El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo completamente diferente; lo perciben de maneras dispares y sus actitudes son distintas.
Los europeos están convencidos de que el tiempo funciona independientemente del hombre, de que su existencia es objetiva, que se halla fuera de nosotros y que sus parámetros son medibles y lineales (...).
El europeo se siente como su siervo, depende de él, es su súbdito. Para existir y funcionar, tiene que observar todas sus férreas e inexorables leyes, sus encorsetados principios y reglas. Tiene que respetar plazos, fechas, días y horas. (...)
Entre el hombre y el tiempo se produce un conflicto insalvable, conflicto que siempre acaba con la derrota del hombre: el tiempo lo aniquila.
Para los africanos el tiempo es una categoría mucho más holgada, abierta, elástica y subjetiva. Es el hombre el que influye sobre la horma del tiempo, sobre su ritmo y su transcurso (por supuesto, sólo aquel que obra con el visto bueno de los antepasados y los dioses).
El tiempo, incluso, es algo que el hombre puede crear (...). El tiempo aparece como consecuencia de nuestros actos y desaparece si lo ignoramos o dejamos de importunarlo.
Es una materia que bajo nuestra influencia siempre puede resucitar, pero que se sumirá enestado de hibernación, e incluso en la nada, si no le prestamos nuestra energía.
El tiempo es una realidad pasiva y, sobre todo, dependiente del hombre.
Traducido a la práctica significa que si vamos a una aldea donde por la tarde debía celebrarse una reunión y allí no hay nadie, no tiene sentido la pregunta "¿cuándo se celebrará la reunión?". La respuesta se conoce de antemano: "Cuando acuda la gente".
(R. Kapuscinski. "Ebano")
Será por eso que me cuesta tanto calcular la edad de la gente de aqui? siempre aparentan ser mas jovenes de lo que son...
ResponderEliminarAhhh... ahora lo entiendo.
ResponderEliminar¿Cuándo habrá estado Edna en África?
:-)