Es ese algo a lo que no hay que oponerse, ni intentar mejorarla, ni hacer nada con vistas a independizarnos de ella. La naturaleza nos es dada por Dios y por lo tanto es perfecta.
La sequía, el calor, los pozos vacíos y la muerte en el camino también son perfectos. Sin ellos, el hombre no sentiría el goce auténtico de la lluvia, el sabor divino del agua y la dulzura vivificante de la leche.
El animal no sabría disfrutar de la hierba jugosa ni embriagarse con el olor de un prado. El hombre no sabría qué es eso de ponerse bajo un chorro de agua fresca y cristalina. Ni siquiera se le ocurriría pensar que esto significa, simplemente, estar en el cielo.
(Ryszard Kapuscinski. "Ebano")
Hacía mucho que no publicaba nada de este hombre... libro y autor super recomendables.
ResponderEliminarPues si, esta bien entender esa grandeza de la naturaleza y por lo tanto deberla ese respeto.
ResponderEliminarA ver si nos entra en la cabeza, en el corazón y el alma.
Gracias Maria.
La verdad es que no se refiere al medioambiente, sino a la naturaleza de las personas... el texto habla de los somalíes que su vida es el desierto y el camello, aunque les cueste la vida. Dice que les recogían medio muertos, les llevaban a un poblado donde tenían comida y agua aseguradas, que estaban un tiempo, y en cuanto podian compraban un camello para ir al desierto. Por eso dice que la naturaleza es algo que está por encima de nosotros...
ResponderEliminarQue la cabra tira al monte, vaya...
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