jueves, 5 de noviembre de 2009

YO PARA SER FELIZ QUIERO UN "CHAMEAU"


Pronunciése "chamó" y encaja perfectamente con la letra de Loquillo. (Chameau = camello)


Como soy muy guiri, no he podido evitar hacer una ruta por el desierto, rumbo a uno de los oasis al lado de Chinguetti, ciudad Patrimonio de la Humanidad que he visitado este fin de semana.

Como buena turista, me he puesto el turbante, que ciertamente es muy útil para protegerte del viento, de la arena y del sol que nos alumbra. A pesar de su utilidad, me sentía como una japonesa con vestido de sevillana... un poco ridícula, con lo bien que le quedaba al guía!!

Fue una experiencia que me tocó vivir sola, pero que fue muy interesante.
Salimos de Chinguetti por la mañana y llegamos al oasis donde reposamos durante las horas de mas calor. El camino fue a traves del desierto: duna arriba, duna abajo.
El guía apenas hablaba francés, pero cada hora, muy educado, me preguntaba si no queria ir subida en el camello en vez de andando y alguna otra cosa: "espagnole ou française?", "aprés ça, Nouakchott ou Espagne?". O " fatiguée?".
Y eso es lo que hablamos.

Le pregunté si para ir al oasis se guiaba por el sol y el muy cachondo me dijo que era una ruta muy frecuentada y que era fácil seguir el camino fijandose un poco.
Y ciertamente seguíamos el camino de baldosas amarillas: cagadillas de camellos... qué poco glamour!!! y yo pensando en el sol y las estrellas!!
De todas formas, con el viento que hace, mejor tener otras referencias mas fidedignas que no puedan ser ocultadas por la arena...

Lo mejor del viaje fue pasar la noche en el desierto (a pesar del frío que pasé y de no pegar ojo): ver al guía recoger leña (porque hay árboles de vez en cuando y cierta vegetacion), hacer la lumbre, buscar 3 piedras para colocar la cazuela de la cena, separar unas ascuas para hacer el té, amasar el pan del desayuno y cocerlo debajo de las ascuas...

Me gustó observar sus idas y venidas, sus quehaceres que, para cualquier europeo medio hubieran sido super complicados y hubieramos simplificado la cena con un bocadillo, y que para él eran cotidianos y naturales.


Sin olvidar la luna llena que había e iluminaba todo, incluso las estrellas.

5 comentarios:

  1. La verdad que estos sitios, la gente no va así vestida por la moda. Los turbantes o las Kuffiyas son muy utiles en esas zonas y cuestan muy poquito. El resto ya es acostumbrarse.

    Ya nos contarás más expediciones.

    Un abrazo.

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  2. Amasó pan para el desayuno??
    Qué fuerte... y de dónde sacó los ingredientes?. ¿Estaba rico??

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  3. Llevaba un paquetito de harina, añadió agua, remojó la piedra de sal y ya... más que pan sería como la base de una pizza, pq no lleva levadura. Lo fuerte son las no-medidas higiénicas... pero mira, así el sistema inmonológico no se aburre.
    Probé un poco por la mañana; fue una pena pq no estaba bien cocido y yo estaba mala mala...

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  4. Madre mía..
    es decir, que te estás forjando una salud fabulosa.

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